Evitando la competencia de los ordinarios Tribunales Estatales, ambas partes someten el litigio a un organismo jurídico, no estatal, dándole su confianza.
Las partes participan en la constitución del organismo decisivo, eligiendo los árbitros.
La resolución del litigio se hace por un procedimiento simplificado, conocido previamente por ambas partes. Ellas lo pueden cambiar o adaptar a las particularidades del litigio.
Las partes someten el litigio a los árbitros que tienen conocimientos especiales, los cuales los juezes ordinarios no poseen.
La expeditividad es una de las grandes ventajas del arbitraje. El proceso tiene lugar en una sola instancia. Los procesos terminan normalmente dentro de los 6 a los 9 meses.
Las resoluciones arbitrales son definitivas, tienen que ser cumplidos volutariamente, y se distinguen por su estabilidad, ya que podrían ser atacados solamente por recurrir a la via judicial.
El proceso arbitral es más económico. La tasa recogida no es un porcentaje permanente y va reduciéndose con la aumentación la apelación. Los gastos para la defensa, los expertos, intérpretes, etc, se hacen en una sola instancia.
El proceso arbitral no es público, es confidencial, por lo cual el arbitraje tiene la posibilidad de impedir que las relaciones entre ambas partes empeoren.
Para el arbitraje no son aplicables los límites de la sujeción internacional de los Tribunales estatales.
La parte correcta del contrato podría evitar la necesidad, la incomodidad, los gastos y la desigualdad de entablar un proceso contra la parte incorrecta en el extranjero.
Dado que ambas partes se han sometido al arbitraje voluntariamente, sería más probable que ellas siguenguardando sus buenas relaciones de negocio.
El cumplimiento de la resolución arbitral en el extranjero está garantizado por el Convenio de Nueva York en un grado mucho más alto, que el de cumplir en el extranjero las resoluciones de los Tribunales estatales.